Fue interesante trabajar para el Departamento de Inmigración de Estados Unidos. Fue cómico que en ese momento estaba en pleno proceso para obtener mi residencia y estaba un poco nervioso ya que me habían solicitado más pruebas y cartas para avalar mi situación profesional.
Ellos quedaron contentos con el trabajo, etc. A modo de chiste les comenté que si podrían considerar mi caso para tener una aprobación más rápida o sencillamente avalaran que sí, efectivamente estaba trabajando como editor y ciertamente les encantó lo que hice. La respuesta de ellos fue risas y después “No, no podemos hacer nada por tu caso. Debe seguir el protocolo de revisión por el funcionario de migración.” Fin de la historia.